Cómo recuperar a tu Loca y No Perder la Cabeza

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¡Hola de nuevo!👋

¡Del “¡Qué Atrevido!” al “¿Otra Vez Tú?” Ah, el amor... Ese encantador torbellino que nos hace ver la vida con lentes color de rosa. 🌪️💗



Cuando nos enamoramos, es como si de repente descubriéramos una versión de nosotros mismos que ni sabíamos que existía. Nos sentimos atrevidos, valientes y listos para cualquier aventura. Y lo más curioso es que, muchas veces, nos atraen esas características en nuestra pareja que parecen ser todo lo que nosotros no somos: su atrevimiento, su locura, esa chispa que nos hace pensar, "¡Wow, ojalá yo pudiera ser así!"



El Encanto de lo Prohibido: Enamorados del Opuesto

Al principio, ver a tu pareja hacer cosas que tú jamás te atreverías es como un soplo de aire fresco. ¿Te lanzaste a bailar en medio de la calle solo porque sí? ¡Qué valiente! ¿Te atreviste a hablar en público sin preparar nada? ¡Qué audaz! Es como si esa persona nos invitara a un mundo nuevo, lleno de posibilidades que nunca habíamos considerado. Y claro, nos enamoramos perdidamente de ese espíritu libre y despreocupado.




Del "¡Qué Aventura!" al "¿Otra Vez Vas a Hacer Eso?"

Pero, como suele pasar, el tiempo es un bromista cruel. Lo que antes te hacía reír, ahora te hace suspirar (y no precisamente de amor). Esa espontaneidad que antes te fascinaba, de repente empieza a sentirse un poco... ¿desordenada? El mismo “atrevimiento” que te hacía sonreír ahora te saca canas verdes. ¿Por qué? Porque la magia del opuesto, con el tiempo, puede convertirse en un desafío a tu propia forma de ser.



Poco a poco, sin darnos cuenta, empezamos a querer “calmar” a esa persona, hacerla más parecida a nosotros. “Cariño, ¿no crees que deberías pensarlo dos veces antes de lanzarte a esa aventura?” O el clásico: “¿No podrías ser un poco más predecible?” Y ahí es donde empieza el dilema: queremos que nuestra pareja sea como nosotros, cuando lo que nos enamoró fue precisamente lo contrario.




Recuperando la Chispa: Cómo Volver a Ser la Loca que Eres

Ahora bien, si eres tú quien se siente atrapado en esta dinámica, ¡no te preocupes! Es completamente normal que, en una relación, nos adaptemos un poco el uno al otro. Pero hay una línea fina entre adaptarse y perderse a uno mismo. Si sientes que te has convertido en una versión domesticada de tu yo original, es hora de volver a sacar a la loca de paseo.




1. Recuerda por qué te enamoraste de ti misma

Antes de que alguien más te amara, tú ya tenías ese "algo especial". Recuerda qué te hacía sentir viva, qué te emocionaba. Tal vez eras el alma de la fiesta o esa amiga que siempre tenía una idea loca para un viernes por la noche. Sea lo que sea, ¡reconéctate con esa energía!




2. Comunica tus necesidades con humor

Si sientes que te has vuelto demasiado “calmo”, es importante hablarlo con tu pareja, pero sin dramas. ¡Hazlo divertido! Algo como: “¿Recuerdas cuando me enamoré de ti porque eras un loco? Pues creo que necesito un poco más de esa locura en mi vida, y creo que tú también.” Reírse de la situación puede abrir un espacio para que ambos recuperen esa chispa.




3. Haz algo impredecible juntos

La mejor manera de reavivar el fuego es volver a hacer esas cosas que antes los emocionaban. Planea una pequeña aventura o haz algo espontáneo que rompa con la rutina. No tiene que ser algo enorme, pero sí algo que los saque de su zona de confort.




4. Acepta el cambio, pero no te pierdas en él

Es natural cambiar en una relación, pero nunca debes perder aquello que te hace, pues, ¡tú! Aprender a balancear tu esencia con la vida en pareja es un arte, y es uno que vale la pena dominar. Recuerda que el amor verdadero no se trata de reprimir a la otra persona, sino de crecer juntos, siendo fieles a lo que ambos son.



Enamorarse de alguien diferente a ti es como bailar un tango; se necesita un poco de desequilibrio para que funcione. Pero si empiezas a sentir que ese tango se ha convertido en un vals aburrido, es momento de sacudir un poco las cosas. 



Recuperar esa parte loca de ti, y aceptar la locura de tu pareja, puede hacer que la relación vuelva a ser tan emocionante como al principio.



Así que, ¡a dejar que ese espíritu libre salga de nuevo a la luz! Al fin y al cabo, fue esa locura la que te trajo aquí en primer lugar.


¡Hasta la próxima semana!

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