¡Hellooooo queridísimas Sukis!👋

¿Sabéis ya sobre lo que voy a escribir en este blog? ¿Lo habéis adivinado con la pista que os dejé el pasado día?🔮

Pista: “Modo gráfico específicamente humano de transmitir información”

No vamos a dar más vueltas… 🥁 ¡Os lo descubro ya! Se trata de “La Escritura” … 

Pero, no, por favor, ¡no os vengáis abajo! No es la escritura, sin más, como un medio de transmitir información, como dice la pista, es muuuucho más. Es, como ya os adelanté, la escritura como tabla de salvación. 📝

Quédate conmigo y te cuento...Fijaos que he dicho “como tabla de salvación” aunque mucho más adelante también os mostraré su valor terapéutico, pero, de momento, vamos a centrarnos en cómo el escribir puede resultar un salvavidas para nuestra asfixia del día a día.🛟

Cómo ya os comenté a los 42 años me di de bruces con la famosa crisis de los 40. Hijos mayores, cada uno en su historia, marido en su trabajo y sus hobbies, padres aún autónomos e independientes y yo, sola, sin tener mucho ya que hacer en casa y en ese preciso momento sin trabajo. Sentada en mi sofá analizaba cómo había dedicado mi vida a todos ellos y no encontraba nada que hubiera hecho por mí y para mí. Simplemente me sentía con una vida de la que ya había vivido prácticamente el 50% y en la que no había nada especial que destacar.  🏴‍☠️

Hacía tanto que no tenía tiempo de dedicarle a mis sueños de juventud que ya los había olvidado. Así que lo único que apagaba un poco la desidia y la tristeza que esa situación me provocaba era irme caminando campo a través hasta un Santuario de los Dominicos en plena montaña.  ⛩️

Uno de los días que divisaba a lo lejos el campanario con su pararrayos torcido me dio por fantasear pensando que la razón por la que iba prácticamente a diario era porque me había enamorado el sacerdote que vivía allí. 🧝

El camino de vuelta lo pasé imaginando un novelón rosa que me estaba entusiasmando tanto que cuando llegué a mi casa comencé a escribir en mi ordenador todo lo que se me pasaba por la cabeza . Eso sí, en un pen secreto cuya clandestinidad hizo que aumentara aún más mi motivación. ¡Qué ilusión me hizo escribirlo! ¡Qué subidón! 🔐

Caminar hacia el Santuario cada día se convirtió en una rutina insalvable que me daba la posibilidad de fijarme en más detalles que estaba deseando de añadir a mi pequeña historia escrita al volver a casa. 💭

Y así fue como algún tiempo después di por concluido un relato que quiero compartir con todas vosotras. Espero que os anime a escribir y a soñar.

Os dejo enlace a mi relato 👉Tantas veces soñé

Os adelanto, antes de que hablemos el próximo día, que soy química y que nunca había tenido relación alguna con la escritura. Y os matizaré cómo supuso para mí una válvula de escape y una ilusión que me salvó en aquel momento. ¡y lo haría otras muchas veces! ⚗️

Nos vemos la próxima semana si queréis saber cuánto de verdad hubo en aquella historia y daros algunas ideas que os puedan ser útiles. 💡

¡El miércoles próximo vamos a entrar ya de lleno en la faena, amigas! ✒️