Hoy os traemos un cuento para toda la familia sobre la solidaridad:
En un pequeño pueblo, había un jardín mágico conocido como "El Jardín de las Manos". 🌺
Este jardín no crecía con agua ni con sol, sino con actos de bondad. Cada vez que alguien hacía algo bueno por otro, una nueva flor florecía en el jardín.
Un día, llegó al pueblo un hombre llamado Mateo. Vio que el jardín estaba medio vacío, con pocas flores en él. Preguntó a los habitantes por qué no había más flores, y ellos respondieron: "Hace tiempo que nos olvidamos de ayudar a los demás. Todos estamos ocupados con nuestros propios asuntos".🌼
Mateo decidió cambiar eso. Empezó a ayudar a todos, desde el más joven hasta el más anciano. Ayudaba a llevar las compras, reparaba casas, cuidaba de los enfermos y compartía su comida con los que tenían hambre. Poco a poco, el jardín comenzó a llenarse de flores de todos los colores.
Inspirados por Mateo, los habitantes del pueblo también empezaron a ayudar a sus vecinos. Compartieron su tiempo, sus recursos y su cariño. Y mientras más ayudaban, más flores crecían en el jardín, llenando el aire con su dulce aroma.
Un día, el jardín estaba tan lleno de flores que no cabía ni una más. Los habitantes del pueblo se dieron cuenta de que su comunidad se había vuelto más fuerte y unida gracias a la ayuda mutua y a los pequeños sacrificios que habían hecho por el bienestar de los demás.
El Jardín de las Manos se convirtió en un símbolo para el pueblo, recordándoles que hacer el bien y ayudar a los demás no solo embellece el mundo que les rodea, sino que también nutre el alma. Desde entonces, nadie en el pueblo se olvidó de practicar la bondad, sabiendo que cada pequeño acto podía hacer florecer algo hermoso.🌷
Hebreos 13:16: "Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios."
Este cuento es una obra original protegida por derechos de autor. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin el consentimiento explícito del autor.