¿Qué tal la quema, Sukis?

Espero que no hayáis prendido fuego a nada ni a nadie con vuestros escritos.🔥🔥🔥

No sé si habréis practicado, pero os aseguro, porque así está demostrado, que escribir sobre nuestras emociones de forma regular, por ejemplo, un diario, es beneficioso y una buena forma de afrontar nuestro día a día.  Es lo que el psicólogo neoyorkino Ira Progoff, discípulo de Jung, llamó escritura terapéutica.📝⚕️

La verdad es que lo del diario está bien pero no lo veo tan divertido cómo mi propuesta de abrir los ojos y la mente a todo cuanto nos rodea y utilizarlo para inventar una historia o un relato a partir de esa base.

Os voy a sugerir un ejercicio por si queréis escribir algo más que no solo sea para desahogarse sino para disfrutarlo. Consiste en hacer una lista de palabras elegidas al azar e inventar una historia a partir de ellas. Si no se os ocurre nada podéis hacerlo sobre algo del día a día. Voy a intentar hacerlo yo para que así os sirva de ejemplo ¡A ver qué tal se me da! ¡No hace falta que os diga que se trata de un caso real! 😅😅😅

8 palabras: Famosa/Banco/Perro/Árboles/Bebé/Desgarrador/Plan/Horrible

“Quién iba a decirme que mi recién estrenada faceta de abuela de un precioso bebé de 8 meses y 10 kilos me iba a hacer perder la dignidad de esa manera. Acepté sin pensarlo la petición de mi hija de subirme a Madrid quince días en agosto para cuidar de mi nietecillo. Y allí estaba yo el lunes a las 7 de la mañana, sola, con un bebé hambriento, un perro pululando por la casa tan contento y dispuesta a empezar el día con determinación.👶🐶🧓

No tardé en darme cuenta de la que se avecinaba. Desde ese momento y hasta dos horas después, que conseguí dormirlo, no pude hacer absolutamente nada. Ni ir al baño, ni ducharme, ni desayunar, ni contestar mensajes ni nada de lo que hacemos a diario y no valoramos hasta que nos falta. No hubo forma de poder soltar al niño ni un solo segundo sin que se arrancara en un llanto trágico y desgarrador que sonaba cómo si le estuviera arrancando la vida ¡Vaya pulmones tiene el chiquitín!📢🚼📢

Pensé que después del biberón se quedaría más relajado y echando mano de los millones de juguetes y demás artefactos musicales intenté por todos los medios dejarlo de nuevo en la cuna, en la trona, en la hamaquita, en el parque y en todos y cada uno de los muchos artilugios que por allí divisé con el fin de poder atender, al menos, mis necesidades fisiológicas. No tuve el más mínimo éxito. Por no hablar del horrible dolor de brazo y espalda que me provocaba cargar tanto rato con 10 kilos sin parar de moverse y destrozándome los tímpanos. ¡A prueba de cualquier tipo de achaque!🤕🥴

Una vez aceptada mi derrota en la batalla de soltarlo de mis brazos decidí pasar al plan B y tirarme a la calle ya que, según había podido observar, allí todos los niños van callados y sonrientes en sus carritos.

No me voy a detener a describir la odisea de intentar asearme (recogerme el pelo y lavarme la cara), vestirme (echarme una bata de estar en casa por encima. A esas alturas ya me daba todo igual), preparar el bolso de paseo (casi vuelco el carro con tanta cosa: cambiador, pañales, toallitas, muda, juguetes, agua, ¿documentación del niño?) las llaves y un batido que cogí al vuelo antes de cerrar la puerta, montar al niño en el carro y correr a ver si viendo arbolitos se callaba de una vez. Mis necesidades fisiológicas seguían sin satisfacer ¡Por Dios que horror!🚽😥

Y así fue, subiendo y bajando cuestas en un parque cercano, cómo finalmente el pequeño se durmió y por fin pude “tirarme” en un banco a la sombra. Sudorosa, asfixiada, sedienta, agotada, aguantando la vejiga y totalmente desaliñada intenté relajarme y tomarme el batido calentón sin atreverme ni a respirar para que no se despertara.

Y así me encontraba cuando empecé a oír de fondo unos gorgoritos y agudos grititos. Abrí los ojos y vi la pequeña carita mofletuda de mi nieto sonriente. ¡Me había quedado dormida! ¿Se reiría y estaba tan contento porque había conseguido dormirme? ¡Madre mía! Menos mal que en Madrid no me conocía nadie y menos mal que no soy famosa sino hubiera sido una magnífica foto robada por la prensa sensacionalista bajo el titular “Famosa dormida por su nieto en el parque de Valdebebas”

Como veis, algo he conseguido. No importa el número de palabras de la lista que confeccionemos ni el resultado del texto. Lo importante es ejercitar la mente, establecer la rutina de escribir, aunque sea un poquito, y además intentar disfrutarlo. Si lo hacéis así, y os lo digo por propia experiencia, pronto veréis resultados.

¡Animaos y, si os apetece, contadnos todas vuestras experiencias! Recordad:

💪 “La unión hace la fuerza”💪