¡Limpieza Debajo de las Camas y Encima de los Armarios!

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¡Hola Sukis!

¿Quién inventó esos espacios tan traicioneros? ¡Es que solo de pensarlo ya me da una pereza monumental! 😅



A ver, seamos sinceras, limpiar debajo de la cama es una misión imposible. Es como si ese espacio tuviera vida propia. ¡Te acercas y de repente sientes que estás entrando en el Triángulo de las Bermudas! Y ni hablar de lo que encuentras ahí... ¡Una fábrica clandestina de pelusa y polvo! Porque no importa si limpias cada semana como un reloj o si lo haces cada tres meses cuando ya te da vergüenza contigo misma, ¡siempre aparece ese enemigo jurado: el pelusón gigante! 🎭


¡Y encima, si tienes perra, aunque sea del tamaño de un ratón, ya estás perdida! Es como si se organizaran para conspirar en tu contra. Que yo lo veo claro: esos pelos caninos son como los Gremlins, ¿sabes? Los dejas ahí un rato, se mojan (o simplemente existen) y ¡boom! Se multiplican como por arte de magia. En serio, a veces me pregunto si mi perra tiene una segunda vida secreta debajo de la cama, donde es dueño de una empresa de producción masiva de pelo. 🐶💥


Y claro, limpiar encima de los armarios no es mucho mejor. Esa zona está tan alta que bien podría ser considerada "territorio prohibido". Ahí es donde van a parar todas esas partículas de polvo que no saben dónde caerse muertas. Como si el polvo dijera: "¡Eh, vamos a este armario que aquí nunca nos encuentran!" Y es cierto, porque ¿quién en su sano juicio se sube a limpiar ahí a menos que sea Navidad o cuando has decidido reorganizar el armario porque ya no cabe ni una camiseta más? 🎄👕 Y aunque lo hagas, como buena ama de casa ejemplar que eres, el polvazo vuelve a aparecer, como Beetlejuice cuando lo llamas tres veces. ¡Te lo juro! Yo limpio, limpio, y a la semana siguiente... ¡Ahí está otra vez, como si nada! ¡Beetle-polvo, presente! 👻


Pero, chicas, no nos engañemos. Sabemos que hay algo de satisfacción cuando finalmente decides enfrentarte a esas zonas oscuras de la casa. Porque después de mucho esfuerzo, sudor y un par de estornudos (gracias, alergias), terminas y te sientes como una campeona. Miras bajo la cama, ves que brilla el suelo, subes a ver el armario y dices: "¡Sí, lo logré! ¡Esta casa es mía y solo mía!" 🎉


...Hasta que te das la vuelta y tu perra, tan lindo ella, ya ha dejado caer dos o tres pelos más en el suelo. Y ahí es cuando te ríes, porque la batalla contra la pelusa y el polvo nunca termina, pero oye, ¡al menos puedes presumir de tu victoria momentánea! 💪✨


¡Ánimo, que la limpieza de estos lugares es como la vida misma: nunca se detiene, pero al final del día, siempre vale la pena! 🧹💕




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