Cómo Establecer Límites sin Gritos: Disciplina Positiva para Padres

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¡Sukis Papás del mundo, este artículo es para vosotros! 👏 

Si alguna vez habéis sentido que estáis a punto de gritar porque vuestros hijos no hacen caso, ¡tranquilos, no estáis solos! 🎯👨‍👩‍👧‍👦



Pero, ¿sabéis qué? Los gritos no son la mejor solución (aunque a veces parecen la única). La disciplina positiva es una forma eficaz de enseñar a los niños a comportarse, sin necesidad de levantar la voz. Hoy os traigo algunos trucos para que establezcáis límites con firmeza, pero sin perder la calma. ¡Vamos a ello!



1. Conectar antes de corregir 🤝

Antes de dar una orden o señalar un comportamiento inadecuado, intenta conectar emocionalmente con tu hijo. ¿Qué significa esto? Bajar a su nivel (literalmente, agáchate si es necesario), hacer contacto visual y hablar con una voz calmada. Cuando los niños se sienten escuchados, son más receptivos. Además, entenderán mejor tus razones si sienten que primero entiendes las suyas.



2. Usa afirmaciones positivas y redirige su energía 💬

En lugar de decir lo que no deben hacer ("¡No corras por la casa!"), intenta formularlo en positivo ("Camina despacio por la casa para no tropezar"). Esto les ayuda a comprender lo que esperas de ellos sin sentir que siempre están haciendo algo mal. Los niños tienen mucha energía, y a veces es cuestión de redirigirla en lugar de reprimirla.



3. Da opciones, pero limita las elecciones 🎨

A los niños les encanta sentir que tienen cierto control sobre su mundo. Así que, cuando sea posible, ofrece opciones limitadas: "¿Prefieres ponerte primero los zapatos o el abrigo?". Esto no solo evita las rabietas, sino que también les enseña a tomar decisiones.



4. Consecuencias lógicas y consistentes 🔄

La clave de la disciplina positiva está en las consecuencias lógicas. Si rompen un juguete porque lo lanzaron, la consecuencia lógica es que no podrán jugar con él. Si ensucian, deben ayudar a limpiar. Todo sin gritos, solo con la calma y la seguridad de que hay reglas que seguir. Así, los niños aprenden la relación entre acciones y consecuencias.



5. ¡Y mucho refuerzo positivo! 🎉

No te olvides de reforzar los buenos comportamientos. El refuerzo positivo no tiene que ser un regalo material; basta con un abrazo, un elogio o un "¡Me encanta cómo has hecho eso!". Así, los niños se sentirán motivados a repetir esas acciones que te hacen feliz.



La disciplina positiva no solo enseña límites, sino también respeto mutuo y habilidades para resolver conflictos. Con un poco de práctica y paciencia, verás grandes resultados. 


¡Y lo mejor de todo, sin gritos ni estrés! 😊


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