¡Hola Sukis!
Primero que todo, no te preocupes, porque si hay algo que nos pasa a todos los padres en algún momento, es perder los papeles con nuestros pequeños. 🤯👶
La combinación de agotamiento, responsabilidades, y el caos que traen los niños puede hacer que nuestra paciencia se sienta tan frágil como un jarrón en manos de un niño de dos años. 😅 Pero, ¿por qué nos pasa esto y cómo podemos evitar dañar su autoestima?
1. Porque Somos Humanos y No Superhéroes 🦸♀️🦸♂️
A ver, los padres somos humanos, no tenemos súper poderes. La paciencia no es infinita, y está influenciada por un montón de cosas: estrés en el trabajo, tareas domésticas, problemas financieros… ¡O hasta que se nos olvida el café por la mañana! ☕ Entonces, cuando un peque rompe por enésima vez el jarrón de la abuela, es fácil explotar.
2. Porque Nos Desbordamos 😩💣
A veces acumulamos cosas y no soltamos la presión. Y en vez de expresar nuestras emociones de forma adecuada, lo que hacemos es acumular… hasta que estallamos. Es como esa olla a presión a la que nunca se le baja el fuego. 😬 Y el problema es que el estallido cae sobre los seres más indefensos: nuestros hijos.
3. Expresiones Que Lastiman a Largo Plazo 🥺
Decir frases como "¡Eres un desastre!" o "¿Por qué nunca haces nada bien?" puede parecer algo momentáneo, pero en realidad, esas palabras pueden dejar cicatrices emocionales profundas. Los niños son esponjas que absorben todo, y esas frases van minando su autoestima. 😢
¿Cómo ser más pacientes? 🌿🧘♂️
Aquí van unos consejos sencillos, pero efectivos:
● Haz pausas intencionales ⏸️: Antes de decir algo, respira profundo. ¡En serio! Cuenta hasta 10 o visualiza algo que te relaje. Así evitarás lanzar comentarios hirientes.
● Recuerda que también están aprendiendo 🧠: Los niños no entienden el mundo como tú, ni tienen la misma experiencia. Piensa en sus travesuras como parte de su proceso de aprendizaje.
● Utiliza expresiones positivas 💬: En vez de "¡Eres imposible!", prueba con "Sé que puedes hacerlo mejor" o "Vamos a intentarlo de nuevo". Esas palabras, aunque simples, generan confianza y seguridad en ellos.
● Date un respiro 🤸♀️: Si sientes que vas a explotar, apártate un momento. Ve a otra habitación, respira o incluso llama a un amigo. Recuerda que, al final del día, somos modelos a seguir para ellos.
📚 Ser paciente con nuestros hijos no es algo que nazca de la noche a la mañana, es un aprendizaje constante. Y si alguna vez pierdes la paciencia (porque va a pasar), no te castigues, ¡somos humanos! Simplemente, busca maneras de enmendarlo y aprender para la próxima. Así, tus hijos aprenderán que está bien equivocarse, pero es más importante aprender y mejorar. 💖
¡Hasta la próxima!👋