¡Hola Sukisss!
¿Alguna vez has intentado razonar con un niño de 3 años? 👦💬
Si la respuesta es sí, seguramente sabes que es como negociar con un mini abogado sin escrúpulos… ¡pero más adorable! 😅 Hoy te traigo trucos para lograr acuerdos con tu peque sin que ninguno termine con un berrinche (o un ataque de risa).
1. Habla en su idioma 🗣️🧸
A tu peque le importa más que la tostada tenga su mermelada favorita que las reglas de convivencia. Cuando quieras negociar, usa ejemplos claros y relacionados con su mundo:
- “Si te lavas los dientes, puedes elegir el cuento esta noche”.
- “Si recoges tus juguetes, hacemos un baile loco después”.
La clave está en convertir lo que quieres en algo tangible para ellos.
2. Dale opciones limitadas 🍎🍌
A los 3 años, los niños están descubriendo su independencia. Para evitar conflictos, ofrece dos opciones aceptables:
- “¿Prefieres la camiseta roja o la azul?”.
- “¿Quieres cenar primero el puré o la fruta?”.
Así sienten que tienen el control, pero tú sigues marcando los límites.
3. Sé rápido con los refuerzos positivos 🎉🌟
A todos nos gusta un “bien hecho”, y a los niños más. Refuerza con entusiasmo cada vez que colaboren contigo:
- “¡Eres un campeón recogiendo juguetes! ¡Qué rápido lo has hecho!”.
- “Gracias por ayudar, ahora tenemos más tiempo para jugar”.
El refuerzo positivo siempre tiene mejor resultado que los regaños.
4. El poder del “tiempo especial” ⏰❤️
Los niños necesitan sentirse escuchados y conectados contigo. Dedica 15 minutos al día a jugar, leer o simplemente estar juntos. Eso les ayudará a estar más abiertos cuando llegue el momento de negociar.
5. Sé constante pero flexible 🤔⚖️
Si dices “no hay chuches antes de cenar”, mantén tu postura. Pero si hoy es un día especial, puedes negociar un poco:
- “Ok, puedes comer una, pero después cenamos bien”.
La consistencia es clave, pero ser flexible les enseña que negociar puede ser positivo.
6. Crea un sistema divertido 🦄📊
¿A tu peque le encantan los dibujos de unicornios o dinosaurios? Usa pegatinas para premiar buenos acuerdos y al llegar a 10, ¡un premio especial!
Y recuerda…
Negociar con un niño de 3 años no es una batalla, es una oportunidad para enseñarles a comunicar, ser pacientes y resolver conflictos. Eso sí, ¡prepárate para alguna que otra carcajada en el camino!