¡Hola Sukisss! 🤭🍗✨
Chicas, la Navidad es como una maratón culinaria donde nadie preguntó si habíamos entrenado. 🎅🏼🍴
Un día estás con el propósito de “comer ligero”, y al siguiente te encuentras abrazando el roscón como si fuera el amor de tu vida. 🎂❤️
Los empachos navideños no discriminan: empiezan suaves con “un poquito más de queso, que total, es Navidad” 🧀😏 y terminan con “¿quién quiere repetir de turrón?” mientras tu estómago pide auxilio en clave morse. 😂✨ Y ni hablar de las bebidas… porque claro, no puedes brindar con agua; eso trae mala suerte, ¿no? 🥂🎉
¿Os habéis fijado en que, en Navidad, las calorías no cuentan hasta el 7 de enero? O eso nos decimos mientras nos servimos el cuarto plato de lasaña de la abuela. 🙈🍝 Luego vienen los remordimientos: "¿Por qué comí tanto?"... pero claro, ya es tarde porque estás tumbada en el sofá como una croqueta rellena. 🛋️🤤
La buena noticia es que todo esto es parte del encanto navideño. 🎄💃 Comemos como si no hubiera mañana porque, en el fondo, lo que disfrutamos no es solo la comida, ¡es la compañía, las risas y los brindis llenos de amor! ❤️
Eso sí, si después de las fiestas ves que el botón del pantalón está luchando por su vida… ¡relax! Un paseo, mucha agua y un poquito de humor son la receta mágica para sobrevivir a los excesos. 🚶♀️💧😄
Así que, amigas, ¡comamos, brindemos y disfrutemos! Los empachos son temporales, pero los buenos momentos quedan para siempre (y el roscón siempre merece la pena, con o sin haba). 😜🎂
¡Felices empachos navideños! 🎉❤️
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