El Orden da Paz

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¡Hola, Sukis!

La gran verdad del universo que a todas nos vuelve pequeñas psicópatas. 🧘‍♀️✨



El otro día, entre el niño con fiebre, la plancha rota y la perra ladrando al cartero, me pregunté: "¿Cómo hacen esas súper madres para tener la casa impecable, la comida lista y hasta el mood perfecto para hacer yoga?" 😵 Porque, vamos a ser sinceras, la vida en casa es un caos independiente que va a su bola.


Mi realidad del día a día 🏡. Yo intento organizar mi vida, de verdad que lo intento. Tengo mi calendario, mi lista de tareas, mi agenda y hasta etiquetas para los tuppers (cuando no desaparecen misteriosamente en el fondo del cajón). 

Pero la vida tiene otros planes: Cuando terminas de recoger los juguetes, ¡aparece otro tsunami de piezas de LEGO! 🧩 o justo cuando te sientas a respirar… “¡Mamáaaa, se ha caído la leche en el sofá!”. 🤦‍♀️

Planificar al milímetro es como construir castillos de arena: bonito, pero no dura nada.


Lo que de verdad me importa. He llegado a una conclusión revolucionaria: no hace falta ser perfecta, solo hace falta tener paz. 💛

¿Y cómo lo consigo? Ordenando lo esencial: Antes de nada lograr día a día orden familiar; una vida estable, llena de cariño y respeto. 🫂 Otra cosa que hago todos los días es ordenar la casa, ¡Ojo! no es tener la casa como un museo, pero sí un espacio limpio y cómodo donde todos podamos relajarnos. 🛋️ Lograr la paz mental es más complicado, pero estar tranquila me hace más prácticas hasta las manchas del mantel que al final me parecen abstractas y artísticas. 🎨


¿Y qué hago con el desorden? Lo acepto. Sí, hay días en los que mi cocina parece un laboratorio post-apocalíptico y el salón una zona de guerra. Pero si la base está ordenada (y hay amor y un suelo más o menos limpio), puedo respirar y sentirme en paz conmigo misma sin culpa.


La magia del equilibrio 🌟

No se trata de ser la madre del año ni de tener la casa digna de revista. Se trata de encontrar un equilibrio entre el caos inevitable y el orden necesario. Porque al final, el orden no está solo en las cosas, sino en las relaciones y en el cariño que compartimos en casa.

¡Ah! Y si algo falla, siempre puedes cerrar la puerta del cuarto desordenado y fingir que no existe. 😂

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