¡Feliz Año, Sukis! 👑2️⃣0️⃣2️⃣5️⃣👑

¡Muy buenas! Ya de vuelta de esta vorágine de comida, regalos, música, luces, familiares, amigos y gastos sin fin. 🎄🎁

Sobrevivir a las fiestas tiene su mérito, aunque también su compensación por la ilusión y el cariño que se cuela en el aire entre luces y música ambiente para deleite de adultos y niños. 💝🫂

Acostumbramos a pensar que la vida es lo que vemos a nuestro alrededor y olvidamos que estas celebraciones no son iguales para todas las personas. No trato con esto de amargaros las fiestas con tristezas sino de que tomemos conciencia de lo afortunados que somos y ayudemos, en la medida de lo posible, a los que no han nacido en esta parte del mundo donde la magia llega, incluso, sin que la busquemos.✨💫

Os dejo un pequeño relato que se me viene a la cabeza y al final, a modo de conclusión, os recalco que no debemos olvidar que de todo debemos sacar algo positivo.

“Me despierto y en el mismo acto de abrir los ojos salto de la cama y salgo corriendo hacia el salón sin ni siquiera ponerme las zapatillas.

Cuando llego me encuentro la puerta cerrada y entonces me entra el pánico. No sé si atreverme a abrirla. Toda la noche nerviosa esperando este momento y ahora me asaltan las dudas. No estoy segura de encontrar lo que con tanto esmero y detalle pedí por carta. Tal vez sí o quizá no todas, pero al menos alguna. Tendré que hacer un pormenorizado examen de conciencia. No recuerdo haberme portado mal con mis amigas ni con ningún miembro de mi familia. He ayudado en todas las tareas domésticas que me han sido asignadas: he estudiado, me he aseado y he cuidado de mi hermano pequeño. Por esa parte todo está en orden.  Este repaso me da confianza para girar el pomo y abrir la puerta. ¡Dios mío!¡No me lo puedo creer! Allí en medio del enorme salón de mi casa está la casita de muñecas. Corro hacia ella y conforme me acerco voy reconociendo todos los desperfectos que después de tantos años de jugar con ella acumula. 

Tengo 7 años y cada día de reyes realizo este mismo ritual sabiendo lo que encontraré. Cada año revivo esa ilusión de aquella única vez que mi abuela, según supe después, dejó aquella preciosidad de casita una noche de reyes. Después, mis padres se separaron y nunca más volvieron a hablar de Navidad ni de Reyes y menos aún de algún tipo de regalo.

Así que cada año, aun siendo consciente de que nada habrá cambiado, intento reproducir y retener con todas mis fuerzas la ilusión de aquel 6 de enero en que mi deseo se hizo realidad.” 👑 👑 👑

Con esta pequeña historia me he dado cuenta que la ilusión no siempre depende del resultado, sino del proceso de imaginar y sentir algo que nos guste o deseamos. Pienso que, como a la pequeña de la historia, mantener esa chispa de emoción nos da energía para enfrentar la vida con entusiasmo, incluso si el deseo en sí no se materializa.

¿Qué tal si buscáis en vuestros recuerdos alguna historia parecida y la escribís desde este enfoque? Recordad…No importa si el deseo se materializa o no, lo importante es mantener la chispa viva. 💫💫💫

¡Hasta el próximo miércoles de este gran año que acabamos de iniciar! 💖💖