¡Hola Sukisss! 🌟
Mientras pagas por la mentira del reciclaje, la vida te da anestesia en forma de buenismo.
E aquí la historia de una Bamba.
Febrero de 2024, nací para correr, saltar y patear charcos. Pero hoy, desde mi rincón polvoriento en una bolsa de reciclaje, os cuento mi historia. ¡Soy una zapatilla usada! Y esta es mi epopeya.
Capítulo 1. De estrella a desecho 🌟➡️🛀
Cuando salí de la tienda, éramos nuevas y esponjosas, con suela impecable y aroma a "novedad". 🙌 Mi dueño me paseó por calles adoquinadas, parques y hasta una pista de baile dudosa donde descubrí que no todos los pies son amigos, ni todo lo que hay en el suelo es asfalto. 😳
Desafiamos charcos traicioneros, subimos montes imposibles y fuimos testigo de carreras frustradas al autobús.
Abril de 2024. Pero con el tiempo, nuestras suelas se gastaron, los cordones se soltaron y nuestro dueño empezó a mirarnos con desdén. Empezó una vida hacía el olvido en la preciosa pero vieja caja de cartón en la que llegamos. Hasta que un día, sin previo aviso, nos lanzaron a una cruel bolsa negra y oscura. 😭
Capítulo 2. Reciclaje: ¿una segunda vida? (o eso dicen) 🌱
Junio 2024. Por suerte, acabamos en un contenedor de reciclaje. ¡Oh, la esperanza! 🌟
Otros elementos y ropajes allí nos dijeron que tendríamos otra oportunidad: convertirnos en una alfombra, una pista deportiva o, con suerte, parte de una obra de arte moderna incomprensible 🎨
Pero la verdad es que nadie sabía exactamente cuál sería nuestro destino... de pronto estábamos en un carrito dirección a no se dónde, pero acabe en unos pies sudados y desnudos que yo no conocía. Pasé frio, no nos cuidaban y sin saber cómo estaba sola... ¿Dónde estaba mi compañera de viaje?
Capítulo 3. Y así acabe, pero no del todo 🌿
Noviembre de 2024. Aquí estoy, a punto de ser triturada en mil pedazos, pero tranquila porque, de una forma u otra, sobreviviré a la Tierra. Puede que mis restos terminen bajo tierra, enterrada y olvidada o en un parque infantil, y como soñar es gratis, por qué no, bajo los pies de otro corredor. Quién sabe, quizá vuelva a ver mundo... 🌍
La moraleja: si hasta una zapatilla puede tener varias vidas, ¡imagina lo que puedes hacer tú si decides darle una segunda oportunidad a las cosas! 😉💚