¡Jelouuuu Sukiiiiis!
Mira, yo de verdad intento ser una madre moderna, informada y responsable.
Pero hay cosas que ya sobrepasan mis niveles de paciencia. Primero, me dijeron que no metiera plástico en el microondas porque me iba a salir un tercer ojo (o peor, un tumor). Luego, que no bebiera en botellas de plástico porque se me iba a desajustar la química hormonal y acabaría confundida como adolescente en crisis. Y ahora… ¡Ahora resulta que mi hijo va vestido de PET! Sí, de botellas recicladas que antes contenían agua y ahora lo envuelven como un tamal sintético. 🤯
Y no, no es paranoia de madre. Lo dice el Dr. Nicolás Olea, y si él lo dice, yo me preocupo. Porque esto no es solo una moda ecológica, es una trampa mortal de microplásticos, disruptores endocrinos y quién sabe qué más porquerías. ¿Sabéis lo que significa? Que no solo nos estamos cargando el planeta, sino que encima estamos mutando nuestro propio ADN como si fuéramos personajes de Marvel… pero sin los superpoderes. 😑
🔹 Las bandejas blancas de corcho, los envases de PVC, el polipropileno, el poliéster… Todo eso nos lo están vendiendo como reciclable cuando en realidad no lo están reciclando por falta de recursos. Pero eso sí, el gobierno nos cobra impuestos por reciclarlo, porque claro, la estafa no está completa si no nos sacan unos eurillos más mientras nos envenenan.
🔹 Y lo mejor: ahora están abonando los campos con lodos de depuradora como "fuente de carbono". ¿Sabes qué es eso? Plásticos y fibras trituradas. O sea, no solo llevamos el veneno encima con nuestra ropa, sino que lo estamos metiendo en la tierra donde crecen nuestras verduras. Genial, en el futuro en vez de tomates, vamos a cosechar bolsas del súper. 🍅➡️🛍️
Y mientras tanto, la sociedad callada, anestesiada, pagando su impuesto de reciclaje con resignación, como si fuera un tributo obligatorio por existir. Pues yo me niego. Me niego a ver a mis hijos convertidos en contenedores andantes de microplásticos y a comer ensaladas con sabor a polietileno. Y que venga quien quiera a decirme que soy una exagerada. Que lo soy, sí, pero con motivos.
Así que, queridas madres, o nos plantamos, o en unos años la moda no será el ‘eco-friendly’, sino el ‘mutante-chic’. 😤